lunes, 8 de diciembre de 2008


Como había sido la regla de los cambios de poderes de un cierto deslinde con el régimen precedente, que incluía la aprehensión de un chivo expiatorio, el gobierno entrante, además, señala a Carlos Salinas de Gortari como el principal responsable de la crisis que estalla el del 20 de diciembre. Salinas responde con una huelga de hambre: en una locación de una modesta casa que le facilita la dirigente de una colonia popular de Monterrey, vemos entonces a un Salinas en desgracia que exige al nuevo gobierno lavar su honor. Zedillo recula, pero el hermano incómodo, es sacrificado. Actualmente continua preso en el penal de Almoloyita.

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